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Cómo sobrevivir en el mercado de las latas con máquinas modernas

  • Publicado el 01 de Noviembre de 2021

La industria del embalaje está captando cada vez más la atención del público desde hace unos años. Los requisitos impuestos a las bolsas, los tubos y las latas son más y más exigentes. Aspectos como la sostenibilidad, los costes, la estabilidad y el peso son importantes, y solo aquellos que apuesten por los últimos métodos podrán sobrevivir en el mercado.

Cómo sobrevivir en el mercado de las latas con máquinas modernas

El mercado de las latas de conserva también está supeditado a la optimización constante del uso de materiales y los procesos de fabricación. Esto también repercute en los proveedores de máquinas de las fábricas de conservas. Aquí desde Surplex explicamos cómo surgió la lata como método de conservación de larga duración, qué es importante en su fabricación y por qué puede valer la pena decantarse por máquinas de segunda mano para la producción.

La historia de las latas de conserva se remonta a la época de Napoleón Bonaparte. El emperador buscaba una manera de conseguir que la comida de sus soldados fuera más fácil de transportar y que durara más, incluso en misiones largas. Por esto, ofreció un premio en metálico para la mejor idea. Esta la tuvo el pastelero y confitero Nicolas Appert en París en 1810.

Descubrió que, si los alimentos se cerraban en botellas herméticas y luego se calentaban, conservaban muchas vitaminas y, por lo tanto, eran aptos para su consumo durante más tiempo. El británico Peter Durand perfeccionó este concepto y patentó la conservación de alimentos en latas. En 1813 se abrió en Inglaterra la primera fábrica que producía alimentos en conserva y los vendía al ejército británico. Desde este primer diseño, las latas no han dejado de perfeccionarse y los métodos de fabricación y materiales se han ido optimizando. El abrelatas no se inventó hasta muchos años después, concretamente en 1855. Hasta entonces, las latas de conserva se tenían que abrir con cuchillos o martillos y cinceles.

Las latas son aptas para la conservación de larga duración de varios contenidos, ya sean colorantes, bebidas, verduras o comidas enteras. Gracias a la fabricación especial de las latas de conserva, al no tener suministro de oxígeno, el contenido está protegido durante años de la suciedad y los microorganismos, y resiste el almacenamiento y el transporte sin estropearse.

Esto se consigue con una estructura sencilla, pero práctica.

Una lata suele estar compuesta por un cuerpo, una base y una tapa. A este respecto, existen varios métodos de fabricación y tipos de material. Primero se troquela la forma a partir de placas de aluminio u hojalata y, a continuación, se reduce el grosor de pared con una máquina de estirado. Así, la lata obtiene su forma y ya está lista para el estampado. La parte interior de la lata se laca para evitar alteraciones de sabor. A continuación, se coloca la base y la lata ya está lista para llenarla. Las máquinas modernas pueden realizar varios de estos pasos simultáneamente y, así, aumentar el número de latas fabricadas en menos tiempo.

La producción de latas está compuesta por varias fases, en las que la efectividad y la precisión son de suma importancia. Para poder competir en el mercado, las máquinas de fabricación de latas deben reunir requisitos exigentes. En este sentido, la tecnología CNC moderna y la calidad son factores importantes para poder fabricar máquinas de latas de la categoría correspondiente. Las empresas que se han especializado en el suministro a fábricas de conservas pueden generar beneficios con las inversiones correctas y contribuir a diseñar la industria del envasado del futuro.

Al fin y al cabo, aspectos como la estabilidad y el peso de las latas son tan importantes como el material utilizado y la sostenibilidad. ¿Qué consumo de energía se requiere para fabricar la lata? ¿Qué material se utilizará? ¿Cómo se puede reciclar o eliminar la lata? Estas decisiones también dependen de las máquinas empleadas. En este sentido, vale la pena invertir en ingeniería mecánica moderna, pero la adquisición de máquinas nuevas conlleva costes elevados. Por eso, comprar máquinas de segunda mano en portales de subastas, como Surplex.com, puede ser una buena idea para comprar máquinas como nuevas a precios más asequibles y, así, apostar por los últimos estándares en el negocio de las latas de conserva.

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