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Estudios y trabajo

  • Publicado el 26 de Febrero de 2018

Según un artículo publicado recientemente en el diario Expansión la recuperación que ha experimentado el mercado laboral en los últimos cuatro años ha tenido un efecto llamada entre los más jóvenes, lo que ha provocado que en ese periodo 100.000 menores de 24 años hayan comenzado a trabajar habiendo concluido solo la enseñanza obligatoria.

Actualmente hay 558.200 jóvenes desempleados de 16 a 24 años, después de reducirse en 55.700 personas durante 2017, según los datos de la Encuesta de Población Activa, que sitúan la tasa de paro juvenil en el 37,46%, cinco puntos por debajo de la del año anterior. Esta tasa, según datos de Eurostat se sitúa en el 36,8%, y duplica a la media europea del 16,1%. Además, está muy alejada de la de otros países como Alemania, del 6,6%.

Estos datos se han extraído de un estudio realizado por la Fundación BBVA y el IVIE y allí se concluye que, pese a la recuperación generalizada, aún queda mucho camino por recorrer para mejorar la situación de los más jóvenes, por lo que son necesarias políticas activas para reducir el paro juvenil, en especial el de larga duración entre los menos cualificados. También aboga por mejorar la colaboración entre empresas y universidades y un desarrollo más amplio de la formación profesional dual.

No es la primera vez que lo decimos, pero seguimos insistiendo en que la formación profesional dual sería una buena solución a este gran problema. Formar jóvenes para un puesto de trabajo determinado en empresas que necesitan esos perfiles es un acierto seguro y todos salen ganando.

Rosa Arza

Editora Envasprés
rosa.arza@envaspres.com

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